“En 1933, Por aquella época, el entonces Ministerio de Correos se oponía a la formación de radio-operadores y radioaficionados nacionales en general, y favorecía, a su vez, la importación de los mismos. Contra esta práctica se organizó una institucion una Liga con la cual se logró un gran primer paso hacia la legalización de la radiodifusión y la radioafición nacional, la Ley 198 de 1936 (Revista Radio # 6 de 1934 y Revista QST de Diciembre de 1936).
Fueron, en los primeros 13 años de vida de la Liga, muchas las personas que de una otra forma colaboraron y formaron parte de esta Institución, entre ellos podemos recordar a los señores: Jorge Alford, Carlos Pernigotti, Álvaro Soto del Corral, Adam Francesconi, Rafael Moreno, H.J. Harders, Pompilio Sánchez, Roberto Lee, Manuel J. Gaitán, Rafael Azcuénaga, Eduardo Cuellar, Florindo Marocco, Carlos Kirby, Giovani Serventi, G.G. Antoine, Rafael Tamayo A., N.T. Reynolds, Santiago Gaviria, Armando Gandini, Alberto Galarza, y muchos otros.
Cierto es que no todos ellos eran activos radioaficionados, pero también es cierto que aquellos que no lo eran si eran distinguidas personalidades nacionales, sin cuya ayuda y colaboración no se hubiera podido contener o contrarrestar los embates monopolísticos del ministerio de correos en aquella época.
Aunque hoy día parezca mentira, por 1939 solo la gestión de aquellos ilustres colaboradores logró convencer al Honorable Congreso y a la Presidencia de República de que los radioaficionados colombianos no eran subversivos comunistas que constituían un peligro para la patria como lo pregonaba el Ministerio. Y convencerlos de que realmente eran todo lo contrario fue lo único que sacó de la cárcel a muchos colegas que habían sido apresados por orden del Ministerio por el solo hecho de poseer un manipulador.
Esta invaluable colaboración hace que hoy la Liga, después de 84 años pueda aún existir, porque de no ser por ellos, la Liga Colombiana de Radioaficionados y la radioafición en Colombia, hubiera sido destruida por ser considerada por el Ministerio, una entidad anárquica, revolucionaria y peligrosa para el país.
La Segunda Guerra Mundial, y posteriormente los hechos del 9 de abril de 1948 dificultaron nuevamente las cosas para los radioaficionados y para la Liga, hasta que en 1958, con la expedición del decreto 2552 del mismo año (el cual lleva las firmas del Doctor Alberto Lleras Camargo, como Presidente de la República, y del Doctor Hernán Echavarría Olózaga, como Ministro de Comunicaciones), los esfuerzos del Mayor José Manuel Sánchez y demás radioaficionados dieron resultado, la Liga Colombiana de Radioaficionados obtuvo pleno reconocimiento jurídico.
La trayectoria de la Liga Colombiana de Radioaficionados ha sido mucho menos tormentosa que en esos primeros años; ha habido, como en todo, malos y buenos momentos, siendo estos últimos los más a lo largo de su historia, al punto que hoy y gracias a las gestiones de todos aquellos colegas que en algún momento han formado parte de la Dirección Nacional, o colaborado con ella, la Liga Colombiana de Radioaficionados es una entidad cuya actividad y colaboración ha sido de incalculable valor para la nación en innumerables ocasiones e imágen de Colombia ante el mundo.”
Hace pocos dias, en la sede de la Liga Radio Bogotá, hubo un emotivo encuentro denominado “Remembranzas de la Liga Colombiana de Radioaficionados”, en la cuál estuvieron presentes los señores Dr. Jorge Reynolds y el Ing. Alfredo Amore, hijos de los próceres de la radioafición colombiana Norman Reynolds e Italo Amore que para muchos de nosotros fue grato observar.
Usted que puede hacer por nuestra radioafición? Como puede usted retribuir hoy en día para preservar los esfuerzos de aquellos que hoy nos permiten disfrutar de éste hobby?